sábado, 27 de diciembre de 2008

Por qué me gustan las fiestas

La navidad es un hecho. Digo igual que todos: " Qué rápido se pasó este año" y me muerdo los labios. Que idiota.
Escucho, cada vez más seguido, la frase"odio las fiestas". Gente apurada me empuja para llegar quién sabe adonde. Veo jugueterías llenas de padres jóvenes. Me digo cuánto hace que no hay juguetes en nuestro árbol.
Pienso en los niños que, una vez más, maldecirán a Papá Noel por no traerles lo que pidieron.

Alguien me dice "felicidades" mientras me da el vuelto sin mirarme.

Empiezo a prepararme para festejar , trato de mejorar el brillo de mi arbolito, compro un nuevo adorno para mi puerta, hago la lista de ingredientes para el vitel toné. Llamo a mi mamá, le pregunto si vienen todos a casa o nosotros a la de ellos. Mi hermana, ¿hace el pan dulce o no? Cambiamos de planes mil veces.

Esta navidad me propongo no tomar de más.

Pienso en las personas que están solas en el mundo.
En los que tienen que pasarla con gente que no les gusta o que no los quiere.
En los que están enfermos y saben que será su última navidad.

Pienso en lo afortunada que soy de besar esta navidad a la gente que amo, otra vez.

Me visto de fiesta. Salgo apurada.Me pinto en el auto.

Como siempre,mis hijos llegan cuando ya estamos comiendo. La comida no es lo que esperábamos, qué le pusieron al pollo relleno? Todos elogian mi vitel toné ... lo dirán de verdad o será comparado con el pollo relleno? Qué hora es? Mi hermano se ocupó de poner su celular en armonía con la hora oficial. Un corcho sale disparado contra el techo sin que nadie lo toque. Todos dicen: "Que suerte que no le pegó a nadie en un ojo!" De rebote le pega a mi hermana Zulma, la única que permanece casada con su marido original. Tendrá algún significado?
Brindamos.
Abren los regalos. Hay que cambiar algunos. Mañana está cerrado el shopping, no?
El pan dulce que hizo Zulma está riquísimo como de costumbre.
Charlamos, tocan la guitarra, cantamos las viejas canciones.

Mis hermanas se tiran dardos. Es hora de aplacar los ánimos. Me siento Juan Pablo II. Cuál de las dos sería Chile? Por suerte, gracias a mi arbitrio o a que es tarde, todo queda en la nada.

Es la familia. Es así. Dentro de todo nos llevamos bien. Dentro de qué? ah, que se yo.
Mis hijos se van rajando cada uno por su lado.
Vamos?, le digo a Richard. Sí, vamos, me dice.
La nochebuena se va terminando.

Al día siguiente volveremos a almorzar. El asado es suspendido porque sobró mucho pollo relleno. Pienso en suicidarme. Desisto porque total estoy a dieta.

No hay nada, pero absolutamente nada, que pueda hacerme odiar las fiestas.
Me gustan, que sé yo.

Felicidades para todos ustedes. Pero de verdad, eh.

sábado, 13 de diciembre de 2008

PROFE!

Soy docente. Soy traductora de inglés, pero la fuente principal de mis ingresos es la docencia.
Enseño en una escuela secundaria.
Hoy fui a la entrega de diplomas y, como todos los años, recordé por qué hago lo que hago.
Me gusta mucho. Pero mucho.
A esa edad, todavía no son malos. Se puede dar, lo agradecen. Dan y lo agradezco. Me preguntan como estoy y les interesa. Me cuentan cosas de su vida, de sus sueños.
Me hacen reír, con sus pavadas y sus chistes limpios.
Soy exigente, según ellos. Y sin embargo me quieren igual.
Amo la cara que ponen cuando, después de un esfuerzo, entienden, y les hace un clic en la cabeza.
A veces, cuando estoy triste, entro a la escuela y todos mis problemas se van por un caño, salgo diferente, más optimista.
A veces me considero un vampiro que les chupa la energía que me rejuvenece. Que suerte que tengo, me digo.
A veces tienen problemas demasiado grosos para su edad. Les leo la tristeza. La preocupación que no puede envejecer sus caritas frescas, que no los puede vencer todavía.
Me encuentro con gente en la calle que me abraza y me quiere, años después de haberlos visto por última vez.
Me gritan : " Profe!" por todos lados donde voy.
Nunca sé sus nombres, los olvido al poco tiempo. Pero recuerdo sus miradas, y los reconozco aunque hayan pasado años. Digo: " Este fue alumno mío". Mío. Son míos para siempre.
Me encanta mi profesión. Es la mejor de todas. Qué suerte que tengo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

ALERTA METEOROLÓGICO


Le tengo miedo a las tormentas desde que tengo memoria. Es que viví hasta los siete años en una casa que se inundó dos o tres veces.
Recuerdo a mis viejos mirándose cada tanto entre ellos y mirando por la ventana para ver por donde estaba el agua en la calle. De pronto, sin decir una palabra, empezaban a tirar cosas arriba de los muebles altos, por ejemplo los roperos. Colchones, cajas, ropa, todo lo que se pudiera arruinar.
Recuerdo también, una vez que se reían cuando dos pelelas apiladas salieron flotando hacia la calle, y nosotras, (mis hermanas y yo, porque mi hermano era demasiado bebé como para enterarse de algo) llorábamos y no entendíamos cual era la gracia.
En fin, pasaron los años, nos mudamos de esa casa, y sin embargo...
Me metía en la cama y me tapaba hasta la cabeza. Y aunque mi mamá me decía : " vas a ver que esta casa no se inunda"
Yo decía :" si, je je, bueno...", y pensaba: " no sabe nada esta mina"
Desde que mi vida transcurre en Ituzaingó nunca más se inundó mi casa. Ni la paterna ni las que habité después. A pesar de eso, seguí temiendo a las tormentas con rayos y truenos.
Un escalofrío me recorría el cuerpo con cada explosión en el cielo y a pesar de que trataba de seguir con lo que estaba haciendo, no podía dejar de mirar de reojo hacia afuera, como preparándome para salir corriendo ante la más mínima señal. Un estado de alerta total.
La gente que me conoce bien sabe que ante una tormenta fuerte, mejor que ni me hablen, que no me jodan, porque salgo corriendo a taparme...
Hoy, empezó una tormenta, que al final terminó en nada.
Pero, cuando escuché el primer trueno supe que algo había cambiado para siempre.
No tenía miedo.
No sé por qué.
Salí afuera, al patio, a mirar. A sentir el viento que doblaba árboles. Increíble
Me daba placer.
Le dije: " Dale, más"
Y se fue por donde había venido. La tormenta y mi miedo.
Tal vez llegué al punto de la vida donde te podés reir de dos pelelas flotando hacia la calle.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fe de erratas

Algunas veces cometemos errores.
Algunas veces nos damos cuenta. Otras no.
Algunas veces, cuando nos damos cuenta del error, nos arrepentimos. Otras no.
Algunas veces nos arrepentimos a tiempo para enmendar el error. Otras no.

Esas otras veces, entregamos el parcial, lastimamos a alguien, no miramos el vuelto, cruzamos la calle sin mirar, firmamos malos acuerdos, decimos sí quiero.

Algunas veces, nos damos cuenta apenas un segundo más tarde.
Otras veces nos lleva años.
Lo bueno es que siempre aprendemos.
Bah, algunas veces no.

martes, 21 de octubre de 2008

MADRE REAL


Cuando Pablo apareció en mi vida y en mi cuerpo yo tenía poco menos de 19 años, casi la edad de Nahuel, mi hijo menor.
No tenía miedo de no poder criarlo. Tenía miedo de decirle a mi papá que estaba embarazada.
Al final, no fue para tanto, sólo que no me habló por unos días.
Armamos con Norberto una casa completa en poco tiempo y nos casamos. En esa época era así.

El día que nació era martes. Me sorprendió su color azulado y su cabeza ovalada. El médico dijo que era por que tardó demasiado en salir. Se ve que no quería. Lloraba con una voz grave, impostada. Yo no podía creer que había fabricado a un ser humano completo. Nos quedábamos todo el día solos en nuestro departamento de un ambiente de Ramos Mejía. Nunca quería comer, creo que desde entonces odia a las cucharitas. A los dos años hablaba perfectamente y elegía la ropa que quería ponerse.

A los tres años nació Marina, flaca y larga, con su mancha roja en el párpado, que el médico dijo se iría a los pocos días y que se quedó con ella para siempre. Era un miércoles y nació apenas me interné. Sus hermosos ojos de color aguamarina se cerraban pocas horas por día. No dormía nunca. Fue adicta al chupete largo tiempo. Yo lo escondía y ella sacaba uno nuevo del negocio de su abuela. Nadie como ella para idear travesuras. Solamente unos pocos entendíamos su idioma.

Cinco años después, otro miércoles de julio llegó Nahuel. Gordísimo. Pablo lo apodó magoo porque tenía los ojos cerrados igual que el personaje animado. Tuvo cientos de sobrenombres desde entonces, algunos de los cuales perduran. Se pasaba todas las noches a nuestra cama. Todas. Yo escuchaba el sonido de sus patitas descalzas por el pasillo. Jugaba al family game desde muy chiquito como un experto y el joystick le quedaba grande en sus manitos. Cuando lo llevaba conmigo a comprarme ropa, espiaba a las mujeres por debajo de la puerta de los probadores. Todos creían que lo hacía inocentemente...yo pensaba que era un tipo de 40 años atrapado en el cuerpo de un niñito.

Me gustó tenerlos. No viví algunas cosas que me correspondían por edad, pero a algunas de ellas las estoy viviendo ahora.

Me gusta tenerlos, grandes, formados como personas y disfrutando casi de las mismas cosas que yo.

No sé por qué se me ocurrió contarles todas estas cosas. Debe ser el día de la madre que me llevó de viaje por aquellos días.

viernes, 10 de octubre de 2008

Palabras que matan


En mi larga vida de mujer retorcida he aprendido (un poco) que hay ciertas frases que decimos todas nosotras, o casi todas, las cuales provocan que los hombres a quienes las dirigimos, directamente se metan dentro de su caparazón de tortuga milenaria y no vuelvan a asomar la cabeza por largo rato, (¡a veces por años!)

Es que creemos que sólo nosotras las usamos, cuando en realidad los pobres ya las han escuchado de boca de muchas mujeres, incluso de sus propias madres.

Son frases, que carecen de sentido la mayoría de las veces, pero que hacen mucho ruido en los pobres cerebritos de los hombres que supimos conseguir (y no siempre conservar).

Tenemos que hablar: Preámbulo para cosas que siempre son culpa de él. Y si no, ¡es porque conocimos a otro!

Te lo dije: Usada por madres, esposas y hermanas. Una cagada.

Esta me la vas a pagar: Sólo apta para mujeres despechadas y , francamente, sabemos que no la van a pagar nunca.

No me llames nunca más: Mentira. La mayoría de las veces la decimos para ver si es tan boludo como para cumplir la órden
De donde venís o su variante A qué hora volvés. Los pequeños maleantes verán coartada su ilusoria libertad. No vale la pena decirla.

Vos te creés que estás hablando con la idiota de...? (llenar con el nombre de la ex) Nunca, pero nunca, hay que nombrarla.

Vos sos o te hacés? Obvio que es.

Hay más, pero no se me ocurren tantas porque estoy en período de incubación creativa.

De todas maneras:

Cuidado pequeñas!, hay palabras que matan.

Úsenlas sólo cuando quieran matar de verdad.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

"¡mamá: sos adoptada!"


Cuando cumplí 45, mis hijos me hicieron este regalo juntando fotos en este hermoso collage que resume casi toda mi vida.

A riesgo de parecer egocéntrica, mostrándome al estilo Mirta, igual quiero compartirlo con ustedes.

Primero porque me encanta, me parece que contiene mucho amor (aunque a Pablo, que ahora estudia cine, ya no le gusta tanto)

Después porque me gusta esa maravillosa música de Charly García.

Y finalmente porque quiero mostrarles mi disfraz de carnaval, mi guardapolvo blanco, el rambler verde (nuestro primer auto), mi vestido de quince, mis hermanos: Zulma; Analía y Mario (éramos una banda!), mi papá, mi mamá y mis tres hijos hermosos a los que amo tanto.

Ojalá les guste y puedan ver que: Detrás de toda gran mujer*... ¡hay muchas fotos!

* léase mujer grande

sábado, 13 de septiembre de 2008

Enamorándose

En inglés se dice " falling in love" que es algo así como caerse en el amor. Y me parece la descripción más exacta de lo que es enamorarse.

Es que en esto, no hay planes que valgan, te caíste y chau. Es algo que simplemente te pasa.

Es ciertamente un estado de locura. Durante el tiempo que dura no podés hacer casi nada que no tenga que ver con eso. Te sentis feliz y con ganas de llorar al mismo tiempo. Todo tu ser está dedicado al objeto de tu amor. Tu cabeza no para de imaginarlo/a. Le dedicás tus mejores momentos del día y hablás con él o ella aunque no esté. Tu corazón golpea cuando aparece ante tu vista y parece que te vas a morir de un infarto. En las novelas de García Márquez, los personajes directamente se enferman cuando se enamoran, vomitan y tienen fiebre; algo que a mí no me pasó, pero que he visto suceder. Maravilloso.

Afortunadamente, este estado de locura no dura. Digo afortunadamente porque si no, no trabajaríamos, no comeríamos, jamás tendríamos hijos y nos moriríamos de amor.

Un día cualquiera, esta demencia temporal termina para darle paso a un amor muy profundo que dura mucho ( a veces toda la vida) y otras veces, se desvanece como dice Silvio : "lento como un tiempo de amor que se cierra" .

Suele dejarnos mal parados por un tiempo, algunas veces largo.

Hasta que, también un día cualquiera, volvemos a re encausar esa energía fabulosa en otra cosa; el arte; un trabajo; un deporte y si los dioses lo quieren, en otro amor... y todo vuelve a comenzar.

He tenido la inmensa suerte de enamorarme más de una vez, y de sufrir por amor también más de una vez.

Les deseo que les pase a los que quiero. Aunque sea una sola vez. Vale la pena. Literalmente hablando.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Viejos son los trapos


Jóvenes internautas. Espero que esto no sea un bajón, pero ya les va a llegar.

Ayer me vi en el espejo, como siempre, sólo que esta vez me puse los lentes de leer... Tenía las cejas muy mal. Lo peor vino después cuando me tuve que depilar con los lentes puestos. No es fácil amigos.


Es que empezás a ser viejo cuando entrás a desconfiar de tu cuerpo, de tus ojos

A mí me cayó la ficha cuando:
Nada de bajar o subir escaleras de a tres peldaños
Trasnochar se vuelve un desafío
Empezás a escuchar la voz de tu hígado que te dice por favor no comas eso!
Los hombres más jóvenes te llaman "señora" y te tratan de usted.
Producirte para salir te puede llevar horas
Ves películas y escuchás música "de tu época" ( qué horror)
Los personajes, que cuando viste la peli por primera vez te parecían viejos chotos, ahora, la ves otra vez y... son taaaan jóvenes.
Empezás a elegir ropa que te tape ciertas partes.

Y te preguntás :¿Cuando pasó esto?

Cuando mataton a Lennon yo tenía 18. Para mí era un tipo grande. Al que amaba y sigo amando.... Pero grande.
De pronto me doy cuenta de que muy dentro mío me pienso joven. Si alguien me preguntara la edad y no me dejara pensar la respuesta contestaría 28.

Sí, ya sé. Hay gente que está divina a los 80. No creo que sea mi caso. Pero es mi única esperanza. JA!

martes, 2 de septiembre de 2008

Vinos para gente como uno

Tomar vino medianamente aceptable para los que no podemos gastar fortunas en nuestro alcoholismo puede resultar una tarea harto difícil.
Por eso, y dedicado a mi lector Iván y a mi ex marido Norberto, voy a dar unos consejos levemente diferentes a los que salen en las revistas, ya que voy a recomendar vinos que puede ser comprados por gente como uno.
ANTES DE COMPRAR
No vayan a comprar a los hiper mercados. Los precios a veces son más caros que, por ejemplo, los de los supermercados chinos.

Fíjense en la botella más que en la etiqueta ya que éstas pueden ser engañosas. Es más significativa, por ejemplo, la funda de papel metalizado, o como sea que se llama eso que recubre el corcho, debe ser lo más gruesa posible, mientras más barato el vino más fina la capa.

No siempre se da pero los vinos buenos tienen un hueco en la base para que el mozo ponga el dedo pulgar cuando lo sirve.

Es bastante improbable que consigan un vino bueno por menos de 12 $. Por lo tanto no intenten experimentos si no tienen un dato seguro.

DESPUÉS DE COMPRAR

Observen el corcho. Los vinos buenos tienen corchos compactos y largos. Que salen con cierto esfuerzo. Es parte de lo que hace que sean buenos: estar bien tapados y que no entre el aire.

Si tienen botellas para guardar no las guarden paradas si no acostadas, que no les de calor o vibración como por ejemplo arriba de la heladera.

Escuchen el ruido que hace el descorche. Si no hace nada, mala señal.

Tomen en copas lindas. Aún el mejor vaso de vidrio lo desluce como llevar a una chica linda a comer a una pizzería barata.

Huelan.

Dejen respirar unos minutos al vino abierto antes de servirlo. Y una vez en la copa, no atropellen como animales sedientos. Es mejor, créanme.

Saboreen. No fumen mientras toman. Por favor.

Si no se toman toda la botella, cosa que dudo, tápenlo otra vez para la próxima.

RANKING DE MARCAS

Estos son mis preferidos y mi preferencia varía junto con mi billetera.

Los bivarietales , es decir que tienen dos tipos de uvas, son más baratos que los puros. Yo prefiero el cabernet o el malbec.

Excelentes: Valmont, Latitud 33º, Finca Flinchman, de 18$ en adelante.

Muy buenos: Hay marcas famosas que nunca te dejan mal parado. Bianchi es confiable en cualquiera de sus variedades. Don Valentín, d.o.c y hasta el más humilde de los de la bodega. De 12$ en adelante

Buenos: Postales del fin del mundo, Ventus,Lopez, Grafigna. Pueden salir un poco menos de 12$ y son linditos.

Pasables: Cuando estoy muerta de tan pobre compro el Estancia Mendoza que lo consigo casi en cualquier lado por 6 $ y pico. Lamentablemente esto pasa muy seguido.

En fin, espero que les sirva mi guía de vinos para gente como nosotros los laburantes. Recuerden que es preferible una cerveza o una gaseosa antes que un vino malo.

Ésta es una valoración absolutamente arbitraria y sin la posesión de conocimientos académicos. Por favor tómese como tal. Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años

martes, 26 de agosto de 2008

Cosas que jamás haré como blogger


1.Poner un contador de visitas. Que horror. No quiero saber que nadie me visita.

2.Conocer personalmente a mis lectores. Hay que mantener cierto misterio.


3.Decirle a mi pareja que tengo un blog. No quiero planteos tipo: ¿ Por qué pusiste eso? ¿Eso pensás de mí? ¿ Quién es ese Carlos ?


4.Subir videos . No tengo la menor idea de como hacerlo. Aparte esta computadora puede tardar dos días.


5.Escribir delirios de dos renglones y que nadie entienda de qué hablo. Bueno, eso tal vez sí lo haga.


6.Tener regularidad en mis entradas. No esperen eso de "todos los martes".


7.Exponer mis opiniones sobre política internacional. Creo que la única que tengo es que Bush apesta.


8.Poner etiquetas. Ya me olvidé de ponerla en el segundo post.Y si las pongo seguro que pongo algo que no tiene nada que ver.


9.Escribir sin los lentes puestos. Para papelones ya están los mensajes de texto que mando.


10.Nunca, pero nunca, escribir decálogos.

lunes, 25 de agosto de 2008

cumpleaños de ayer

Lucero cumplió 5. Compré regalo y fui. Hacía años que no iba a un cumpleaños infantil y , la verdad, no esperaba encontrarme con el pasado.
A cambio de unos pocos detalles estaba otra vez en una fiesta del año 89, en la que Marina, mi hija, cumplía 5. Las papas fritas, los panchos, los chizitos, (¿por qué les gustarán tanto los chizitos a los niños ?) la piñata, las bolsitas con caramelos , el cotillón y por supuesto la torta con sus velitas.
Solo tuve que cambiar la música y el merchandising de Xuxa por el de Casi angeles y Patito feo.
Me acerco a la mesa de los regalos y allí estaban: La Barbie, las medias, las remeritas, las hebillas de colores , el equipamiento completo para ser una princesa, los bebotes , y , como un saludo de la niñez de mis hijos, mi regalo: Una familia completa de pequeños ponys.

viernes, 22 de agosto de 2008

Bienvenidos

Esto es algo que jamás hubiera imaginado para mí. Pensé que era para los que escribían, como por ejemplo mis promotores Pablo y Ayelén.
Entré al mundo de los blogs como comentarista del blog de mi hijo y me fui haciendo cada vez más adicta hasta que dije: " Por qué no? Má sí! Yo me mando!" . Esta frase la pensé y la dije muchas veces en mi vida. Con algunos resultados inciertos hasta ahora y otros no tanto.
Es que los adultos nos vamos acotando los espacios de tal manera, que terminamos haciendo sólo lo que nos sale bien; a diferencia de los niños que se animan a hacer cualquier cosa, porque es normal equivocarse. Entonces aprenden idiomas, hacen deportes, dan exámenes y se pegan porrazos históricos. Y siguen como si nada.
Si yo fuera niña y empezara este blog, no me preocuparía que nunca se me ocurra nada para escribir, o que digan qué pelotuda esta mina!
Sin embargo (me encanta decir sin embargo) no siempre uno se queda donde se supone que se debe quedar. Por suerte.
En fin.Ojalá les guste leerme. Y si no voy a seguir igual.