jueves, 27 de agosto de 2009

LOS ODIO MUCHO.

Hace algún tiempo que los odio.
Empezó como un cierto malestar.
Luego fue directamente exasperación.
Al final los quería matar a todos.
La razón, eterno salvavidas, cada vez me servía de menos,
encontrando todo el tiempo motivos a favor de la violencia.
Los odié. Los odio.
Cuando era más joven era diferente.
No los quería , pero al menos justificaba su existencia.
En la facultad tenía un anciano profesor que iba a la una de la tarde para no tener que sufrirlos.
En esa época feliz, yo no comprendía que algún día, no muy lejano, me iba a pasar lo mismo.

El martes pasado fue la última vez que fui al cine en horario central.

Me cansé de sus pochoclos ruidosos.
De sus celulares sonando todo el tiempo.
De sus asientos numerados perdidos.
De sus llegadas tarde.
De sus inapropiadas ganas de hablar en cualquier momento.
De sus risotadas fuera de tiempo y de lugar.

Basta.

Debe ser que estoy mayor.

No los mato porque no me compré el revolver.

Todavía.

4 comentarios:

Marina Agra dijo...

Ja... Pat. Por suerte ahora las películas se pueden comprar antes incluso de que estén en cine. Sanseacabó! Besos!!!

Anónimo dijo...

cualquier coincidencia con la vida real...no existe! ...es así.... por suerte uno anda por carriles diferentes, no?
un beso

De Tal Palo dijo...

Coincido. Fui el miércoles (día horrendamente concurrido) a ver "el secreto de sus ojos", y cada vez que Darín o Francella decían "pelotudo" o "andá a cagar" la gente se descostillaba de risa. Me sentí rodeada de mongos inadaptados.

Princesa Turquesa dijo...

Nooo, nunca ir al cine el miércoles!, la gente se quedó con que es la única forma de pagar menos y se amontona...recomiendo lunes o martes, a partir de las 22, así podés estirar las piernas tranquila, sin necesidad de andar pateando risas.

pd: el otro día, en la escalera mecánica del Showcase, una señora de mediana edad señaló mis zapatitos violetas al grito de "Son de Corre Lola???", eso también agota.